Todo apunta a que, por fin, nos dirigimos a una situación de computación online, donde lo importante son los contenidos, y no el continente ni la aplicación que lo creó. Con las cada vez mas abundantes aplicaciones web es difícil encontrar situaciones en las que se justifique instalar una aplicación de escritorio en el ordenador.
En la revista Time Magazine, en el artículo Seinfeld: The Right Man for Microsoft, en el que se cuestiona la idoneidad de la incorporación de Jerry Seinfield a Microsoft, escriben que en realidad no es importante el sistema operativo y que lo que realmente importa es la “nube“, la Web 2.0. Se cuestiona si el tiempo de Microsoft ha pasado y ahora es Google el gigante a seguir, y quizás “tumbar” en la carrera de la oferta de aplicaciones de usuario, entre otras cosas …
¿Está tratando Microsoft de regresar a toda costa a los tiempos en que Windows era el rey, Google era una palabra sin sentido y Apple estaba al borde de la extinción? ¿No muestra esto que Microsoft está fuera de onda frente a la cultura de estos días?
¿Entonces que?, pues que no pienses que los chavales de hoy van a comprar Windows Vista. Dentro de pocs años los sistemas operativos estarán a punto de desaparecer – o al menos serán algo en lo que los consumidores no pensarán a la hora de comprar dispositivos de conexión permanente a Internet. El sistema operativo será tan relevante para el comprador como la fuente de alimentación. Asi que ¿por qué pretender atraer atención sobre Vista a cualquiera con menos, digamos, de 21 años?.
Parece que Microsoft está muy lejos aún de darse cuenta de que los tiempos han cambiado, sus acercamientos a la Web 2.0 son aún tímidos, y se niega a abandonar el seguro mercado de la informática empresarial, de la que llevan años sobreviviendo gracias al poder vírico de incitar a los usarios domésticos a disponer de las mismas herramientas (normalmente descargadas ilegalmente) de que disponen en la oficina
Solo Apple está dando pasos de gigante en este sentido con lanzamientos como el iPhone o la remodelación de su plataforma de sincronización de documentos online MobileMe, pero también son movimientos laxos, sin verdadera intención de abandonar sus productos de escritorio. Están tan encantados de sus ordenadores y software de escritorio, y son tantas las alabanzas que reciben, que dudo mucho que pronto de el gran salto hacia la Web 2.0.
En cuanto a la comunidad Linux, me parece enormemente triste el atraso que viene sufriendo los últimos 10 años, donde un sistema operativo que creció en la red se ha quedado, o eso parece, relegado a ser el sistema operativo de países con pocos recursos (cuanto mejor iría en esos países si se inviertiera en conectividad para disponibilizar los recursos globales), reducto de geeks amantes del código, o de rebotados de Windows que buscan estabilidad en sus máquinas. Y todo eso en vez de ofrecer un entorno sólido de soporte para las aplicaciones online. Me parece especialmente lamentable este caso pues una de las carencias de siempre de Linux ha sido la calidad de ciertas categorías de software, y ahora que hay de todo y bueno en la red siempre va por detrás en cuanto a soporte de tecnologías 2.0. Debería retomarse por parte de la comunidad Linux la filosofía original.
Entretanto los gigantes del software siguen “a lo suyo”, los usuarios van por otro camino. Pocos jóvenes se preocupan de instalar suites ofimáticas en sus ordenadores porque saben que tienen Google Docs o Zoho que les permite lo mismo, no se instalan clientes de chat porque se comunican en Tuenti, MySpace, Twitter o GTalk, no escriben diarios porque para esto tienen Fotolog, Tumblr o Blogspot, no se instalan un reproductor multimedia porque tienen YouTube o LastFM, no necesitan de aplicaciones de retoque fotográfico porque pueden usar Snipshot, Pixoh o Photoshop Express, no van a instalar Encarta porque ya tienen la Wikipedia.
El mundo conectado está cambiando, y lo que los usuarios empiezan a pedir son buscadores semánticos, aplicaciones interconectadas, integración de formatos, no aplicaciones que requieren varios gigas para instalarse ni actualizaciones cada mes. El usuario demanda inmediatez, conectividad, compatibilidad, comunicación, sencillez, y eso es lo que ofrece la Web 2.0, sin salir de tu navegador.



